
Programa Zonas de Rezago: el trampolín del Valle del Itata
La cartera de proyectos de este programa gubernamental tiene 140 iniciativas ejecutables desde este año al 2019. Los productores vitivinícolas del Valle del Itata destacan los avances que han logrado al ser apoyados por esta modalidad.
Levantar las comunas más deprimidas de Ñuble ha sido el objetivo central del Programa Zonas Rezagadas en la Región del Biobío y, en eso, el trabajo ha sido exhaustivo y metódico. Los resultados están a la vista en una labor que ha logrado variados avances, pero siempre tomando en cuenta la opinión de la gente.
Así lo expone la coordinadora regional del programa para el Valle del Itata, Oriana Burgos, quien encabeza el grupo de trabajo compuesto por tres profesionales adicionales (Tamara Valenzuela, Felipe Chavez y Alberto Jarpa). Ellos no han sacado pie del acelerador y hoy mantienen una carpeta propuesta de 140 proyectos distribuidos en ejecución desde este año y hasta 2019.
"Teníamos un presupuesto de $15 mil millones disponibles para 2017 y a la fecha, entre adjudicaciones, convenios y licitaciones, sumamos $21 mil millones. Claramente, hacemos un balance de ejecución positivo y seguimos trabajando de cara al 2018, donde ya presentamos nuestros programas", explicó.
Burgos explica que existen componentes que fortalecen el funcionamiento del programa, como la ley de regionalización. Dicho marco legal abre a los gobiernos regionales la posibilidad de crear zonas de rezago. De hecho, Biobío creo en su organigrama la Unidad de Zonas de Rezago.
"Nosotros trabajamos con un modelo participativo. Quizás nuestra forma de actuar es un poco más lenta porque a veces no se entiende, pero es en base a un proceso participativo donde se le consulta a la gente del territorio cuales son las prioridades que existen. Las necesidades siempre son muchas y el dinero escaso, por lo que hay que jerarquizar lo más imperioso. Muchas veces, la gente no sólo conoce el problema, sino también la solución", comenta destacando la alta capacidad del programa para escuchar las voces ciudadanas.
El programa Zonas de Rezago ha desarrollado también un fuerte trabajo con el mundo vitivinícola, logrando interesantes logros. Gracias a este medio se abrieron proyectos vía Sercotec en nueve comunas, donde más de un tercio de los postulantes eran productores de vinos y quienes mejoraron su inversión en materia tecnológica gracias a ese nicho.
"Abrimos también la tienda de vinos del Mall, la que presenta a los vinos campesinos como un concepto distinto. Les ha ido muy bien y estamos trabajando para desarrollar prontamente la venta de vinos online, a fin de poder ampliar el radio comercial", indica la coordinadora.
Oriana Burgos insiste en que si han desarrollado un trabajo en el mundo de los vinos es porque la gente así lo solicitó. La profesional explica que si algo ha caracterizado a este programa, es que no se ha diseñado ni trabajado desde un escritorio.
"El trabajo que hemos venido desarrollando es una hoja de ruta aprobada por el Core en 2016. Con el cambio de gobierno podrán producirse algunas modificaciones en ella, pero esos cambios deben ser visados nuevamente por el Core. Además, hay que socializarlo con los beneficiados. No podría asegurar que se van a hacer modificaciones, pero si es claro que existe un procedimiento normado", explica.
Exquisitos vinos locales
Felipe Neira es el presidente de la Asociación Gremial de Enólogos y Profesionales del Vino del Valle del Itata. Básicamente, ha sido un testigo privilegiado de lo que el programa Zonas de Rezago ha logrado y del impacto materializado.
"El programa ha sido muy positivo. Se han diseñado iniciativas absolutamente proyectables en lo que están haciendo las viñas. También están los proyectos de Indap, como el trabajo en etiquetado de una mejor calidad y ciertas maquinarias. También hay uno que entiendo que está aprobado y que tiene que ver con señáletica y pavimentación", explica.
El directivo indica que si bien el programa ha repercutido en parte con el tema turístico, más que nada la buena calidad de los mostos obtenidos ha sido el gran gancho para que los visitantes acudan en generoso número a conocer el trabajo que se desarrolla en las viñas locales.
"De cara al 2018, espero que lo de las señaléticas se concrete. Hay caminos rurales donde no existen letreros que indiquen hacia donde uno se dirige. Eso es urgente junto con la pavimentación, que pese a que es un proyecto a largo plazo, esperamos que comience a materializarse el próximo año", menciona.
Felipe Neira agrega que pese a que el tema publicitario y el excelente nivel de los vinos ya están en un punto alto, el apoyo de maquinaria que le endose mayor agilidad a los procesos productivos es urgente, pero sin quitarle el toque artesanal, lo cual ha sido el gran plus de los encantadores vinos del Valle del Itata.
"Creo que este año vamos a tener una mayor afluencia de turistas, sobre todo en el mes de febrero que es cuando ya hay uva. Es un panorama muy entretenido porque la gente va a las viñas con ganas de aprender y conocer las parras viejas y las construcciones antiguas. Se le ha hecho mucha publicidad a eso y variasviñas ya están optando por fortalecer el aspecto turístico", explica.
El profesional de los vinos destacó también el apoyo que ha significado el emplazamiento de la tienda de vinos del Mall. "Es interesantes porque es la única tienda de vinos voutique que está inserta en un gran centro comercial. Generalmente eso no se ve" dice destacando lo mucho que ha servido la tienda para promocionar los vinos locales.
FUENTE: http://www.cronicachillan.cl/impresa/2017/12/30/full/cuerpo-principal/7/